Gestionar la nutrición en los desiertos alimentarios puede ser un desafío, pero existen algunas estrategias que pueden ayudar.
Los desiertos alimentarios son un problema creciente en muchas comunidades, especialmente en áreas urbanas de bajos ingresos y áreas rurales, donde el acceso a alimentos frescos, saludables y asequibles es limitado. La falta de opciones de alimentos nutritivos puede llevar a elecciones dietéticas deficientes y a resultados negativos para la salud.
Estados Unidos ha alcanzado ahora los peores niveles de hambre en décadas. A partir de 2022, 54 millones de estadounidenses viven en desiertos alimentarios. En este artículo, exploraremos los desafíos de gestionar la nutrición en los desiertos alimentarios, así como las estrategias para aprovechar al máximo las opciones de alimentos limitadas disponibles.
¿Qué es un desierto alimentario?
Un desierto alimentario es un área donde los residentes tienen acceso limitado a alimentos nutritivos, ya sea debido a la pobreza o a la distancia de las tiendas de alimentos a sus hogares.
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), un desierto alimentario es un área con las siguientes características:
- Población muy grande o muy pequeña
- Familias de bajos ingresos
- Niveles elevados de desempleo
- Acceso limitado al transporte
- Falta de fuentes de alimentos, como grandes supermercados y tiendas de comestibles
¿Cómo puede afectar la nutrición vivir en un desierto alimentario?
Vivir en un desierto alimentario puede tener un impacto significativo en la nutrición. Las personas que carecen de acceso a opciones de alimentos saludables y asequibles pueden tener un acceso más fácil a alimentos procesados ricos en calorías, azúcar y grasas no saludables.
Como resultado, un millón de personas o más que viven en desiertos alimentarios pueden ser más propensas a consumir una dieta alta en calorías y baja en nutrientes esenciales. Algunos de los efectos para la salud de vivir en un desierto alimentario incluyen:
- Mayor índice de obesidad
- Aumento de casos de diabetes
- Otras condiciones relacionadas con el peso
Además, vivir en un desierto alimentario también puede afectar la calidad general de la dieta y la variedad de las opciones alimentarias de las personas. El acceso limitado a alimentos saludables puede llevar a comidas más monótonas que carecen de diversidad en términos de nutrientes, sabores y texturas.
¿Cómo pueden las personas gestionar la nutrición en los desiertos alimentarios?
Gestionar la nutrición en un desierto alimentario puede ser un desafío, pero es posible con una planificación y esfuerzo cuidadosos. Sin embargo, existen algunas estrategias que pueden ayudar a aprovechar al máximo las opciones de alimentos limitadas disponibles.
Planificar con anticipación
Cuando sepas cuándo tendrás acceso a opciones de alimentos saludables, planifica tus comidas con anticipación para asegurarte de obtener alimentos saludables. Haz una lista de comidas o ingredientes que sepas que están llenos de una variedad de nutrientes. Esto puede ayudarte a evitar alimentos procesados no saludables cuando tienes poco tiempo u opciones.
Comprar inteligentemente
Cuando tengas acceso a alimentos frescos, aprovecha al máximo eligiendo opciones ricas en nutrientes, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Busca ofertas o descuentos en alimentos saludables y compara precios en diferentes tiendas, si es posible.
Si no puedes ir a otras tiendas para comparar precios, elige aquellas que te brinden la mejor oferta y te proporcionen los nutrientes que necesitas a ti y a tu familia. Las frutas y verduras frescas son más asequibles y accesibles cuando están en temporada.
Considerar fuentes de alimentos no tradicionales
Dependiendo de dónde vivas, puede haber fuentes locales de alimentos que puedan proporcionar productos frescos y otras opciones saludables, como:
- Jardín comunitario o cooperativa
- Despensa comunitaria
- Mercado de agricultores
- Tiendas de comestibles asequibles
- Mercados asequibles
- Jardines comunitarios y traseros
- Programas de asistencia alimentaria
- Clubes de compra de alimentos
Complementar con vitaminas
Si no puedes obtener todos los nutrientes que necesitas de tu dieta, considera tomar un multivitamínico u otro suplemento dietético para ayudar a cubrir las deficiencias. Sin embargo, los suplementos pueden ser bastante caros y no todos los hogares pueden permitírselos.
Algunos programas financiados por el gobierno, como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) y el programa Mujeres, Infantes y Niños (WIC), proporcionan vales o beneficios que se pueden usar para comprar alimentos, incluidos algunos suplementos. Sin embargo, la disponibilidad de estos programas y los suplementos específicos cubiertos pueden variar según el estado y la ubicación.
Aprender a cocinar
Saber cocinar puede ser una habilidad valiosa en los desiertos alimentarios, ya que te permite aprovechar al máximo los ingredientes que tienes a mano. Además, también te ayuda a evitar comprar comidas en restaurantes de comida rápida.
Busca recetas saludables en línea o en libros de cocina y experimenta con diferentes sabores e ingredientes para mantener las comidas interesantes y variadas. Puedes considerar recetas que requieran solo unos pocos ingredientes.
Si estás familiarizado con los alimentos más comunes disponibles cerca de ti, investiga o crea recetas que los utilicen. De esta manera, no tendrás que buscar o viajar lejos para adquirir los ingredientes que necesitas.
Abogar por el cambio
Los desiertos alimentarios son un problema sistémico que requiere soluciones a gran escala, como:
- Mayor inversión en infraestructura alimentaria local
- Transporte público a tiendas de comestibles
- Políticas que promuevan el acceso a alimentos saludables
Considera involucrarte en los esfuerzos de defensa local para ayudar a generar cambios en tu comunidad.
Reflexiones finales
Si vives en un desierto alimentario donde es difícil encontrar alimentos frescos y saludables, puede ser un desafío mantener una dieta equilibrada y nutritiva. Sin embargo, con una planificación y creatividad adecuadas, todavía es posible gestionar tu nutrición.
Recuerda que puede ser un proceso difícil, pero es posible. Si eres proactivo y buscas los recursos disponibles, aún puedes mantener la salud y la nutrición de tu familia y prevenir la inseguridad alimentaria.